Ignorancia planificada

Ignorancia planificada

Ignorancia planificada

Ignorar de forma planificada es cuando los padres ignoran intencionadamente determinados comportamientos de sus hijos. Se hace para evitar comportamientos que llamen la atención. Por ejemplo, si un niño tiene rabietas cuando su madre está hablando por teléfono, puede emplearse la ignorancia planificada. Con esta técnica se comprueba si las rabietas del niño buscan llamar la atención. Al ignorarlas, el niño aprende que sus rabietas no funcionan. Puede ser una herramienta de intervención eficaz para el futuro.

Ignorar de forma planificada es un tipo de procedimiento de extinción. La extinción deja de recompensar un comportamiento previamente recompensado. Reduce los comportamientos inadecuados de los niños. Pero es difícil de aplicar. Cambiar la forma de responder modifica repentinamente las expectativas del niño. Al aplicar procedimientos de extinción, es importante recordar lo siguiente:

  • Sea coherente con su plan de ignorar
  • Reforzar otros comportamientos
  • Prepárate para el estallido de la extinción

Hay cinco elementos clave para un ignorar planificado eficaz:

  1. Ignorar sólo los comportamientos que los alumnos hacen para llamar la atención.
  2. Ignorar de forma planificada nunca es una estrategia adecuada para un comportamiento que es perjudicial para el alumno o para los demás.
  3. Identificar los comportamientos específicos que hay que ignorar.
  4. Preste atención positiva (véase Uso de elogios específicos del comportamiento) a los comportamientos adecuados.
  5. No preste atención al comportamiento. El comportamiento que ignoras empeorará antes de desaparecer.

¿Cuál es un ejemplo de ignorancia planificada en el aula?

Por ejemplo, puedes ignorar a Juan si suelta una parrafada en clase, pero en cuanto levante la mano puedes responderle: "¡Gracias por levantar la mano para llamar mi atención!".

La ignorancia planificada eficazmente puede ayudar a los alumnos a desaprender conductas problemáticas que obtienen atención y, cuando se combina con el refuerzo positivo, les enseña conductas más adecuadas socialmente para interactuar con compañeros y adultos.

¿Qué puedo hacer en lugar de hacer caso omiso?

Cuando se enfrente a un comportamiento difícil, en lugar de ignorar, reforzar o imponer consecuencias planificadas, considere la posibilidad de utilizar la escucha comprensiva, los métodos tranquilizadores y las técnicas de desarrollo de habilidades.

Pero en el caso de un niño autista, la mayoría de las veces los comportamientos desafiantes no son para llamar la atención.

Lo que puede estar pasando:

  • Cuando el niño grita porque se ha interrumpido su rutina, no está buscando atención, probablemente está protestando por la interrupción de una rutina que es importante para él.
  • O, cuando un estudiante de secundaria grita de forma inapropiada en clase, probablemente no sea para echarse unas risas, sino que puede estar relacionado con señales sociales perdidas y problemas para generalizar las habilidades sociales aprendidas.
  • Además, cuando un niño tiene una crisis en el supermercado, puede deberse a una sobrecarga sensorial, no a que quiera más atención.

Ignorar de forma planificada es eficaz cuando el comportamiento está motivado por el deseo de atención, que puede ser el caso de algunos niños con autismo. Sin embargo, si la búsqueda de atención no es el motivo, esta estrategia no es adecuada.

¿Se planea ignorar el castigo negativo?

Uno de los problemas del castigo negativo es que funciona siempre que el estímulo se elimine sistemáticamente. Sin embargo, una vez que cesa el castigo, es probable que se reanude el comportamiento no deseado. Otro inconveniente es que, aunque puede detener un comportamiento no deseado, no proporciona información sobre la acción deseada.

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